Todo sobre la Clasificación Bethesda

Si has identificado un nódulo en la tiroides y tu médico te ha recomendado hacer (¡o ya has hecho!) una punción (PAAF) de este nódulo, seguramente te has encontrado con el término “Bethesda”.

El término “Bethesda” no es más que un sistema creado para estandarizar en todo el mundo el resultado de la punción del nódulo de la tiroides. Es un intento de hacer que todos los médicos hablen “el mismo idioma” cuando tratan, estudian y evalúan un nódulo de tiroides mediante el examen de la PAAF. Este sistema de clasificación recibió este nombre porque la reunión científica que discutió su creación tuvo lugar en la ciudad de Bethesda, en Estados Unidos.

¿Qué es el Sistema Bethesda?

El sistema Bethesda es una escala de “Riesgo de Malignidad” (probabilidad de ser cáncer) basada en el análisis de las células recolectadas durante el examen de la PAAF (análisis citológico).

Este sistema estableció una serie de categorías que van de la I a la V. Cada categoría representa un porcentaje de riesgo de cáncer, que puede variar desde el 0 hasta el 3% para la categoría II (llamada “benigna”, debido a la muy baja probabilidad de que el nódulo sea maligno) y hasta aproximadamente el 98% en la categoría VI (llamada “maligna”, debido a una probabilidad muy alta de que realmente sea cáncer).

La categoría I se utiliza cuando la cantidad o calidad de las células recolectadas mediante la PAAF es insatisfactoria y, por lo tanto, impide que el médico patólogo clasifique esa muestra de manera estandarizada.

Categoria Bethesda

¿Cómo se utiliza el sistema Bethesda en la práctica?

En la práctica, el paciente se somete a una punción del nódulo de la tiroides y luego el patólogo clasifica la muestra en alguna de las categorías de Bethesda en base a las características citológicas de ese nódulo. Cada categoría está asociada a un riesgo diferente de cáncer y, por lo tanto, se vincula a una recomendación médica específica. Estas recomendaciones pueden variar desde repetir la PAAF, hacer un seguimiento activo del nódulo, realizar pruebas moleculares e incluso realizar una cirugía para extirpar parcial o totalmente la tiroides.

Manejo clínico recomendado según cada categoría de Bethesda

Desde su creación, el sistema ha proporcionado un medio de comunicación entre los médicos que atienden al paciente, brindando información útil y una indicación de cómo proceder después de la PAAF. Es importante destacar que estas son solo recomendaciones de manejo habitual, ya que la determinación del mejor manejo para cada paciente es particular y está definida por el médico que está siguiendo el caso del nódulo.

Bethesda I: muestra no diagnóstica o no satisfactoria

Estas muestras no cumplen con los criterios mínimos para el análisis, ya sea por no tener la cantidad de células necesaria, exceso de sangre en la punción, etc. Esta categoría es muy importante, ya que identifica muestras inadecuadas que podrían resultar en falsos positivos o negativos. Por lo general, se recomienda repetir la PAAF guiada por ultrasonido.

Bethesda II: nódulo “benigno” (alta probabilidad de no ser cáncer)

Se obtiene este resultado en hasta el 60% de los casos. Por lo general, los nódulos de la tiroides Bethesda II no necesitan ser removidos a menos que estén causando síntomas como dificultad para respirar, dificultad para tragar o alguna preocupación estética. Como práctica general, la vigilancia del nódulo con seguimiento mediante ultrasonido es lo más recomendado.

Bethesda III o IV: nódulo indeterminado

Este diagnóstico puede ocurrir en hasta el 30% de los casos y significa que, aunque se haya extraído un número adecuado de células durante la PAAF, el examen microscópico no puede clasificar de manera confiable el resultado como benigno o cáncer. Varios estudios sugieren que los nódulos indeterminados son malignos en solo el 20% al 30% de los casos.

Debido a que se trata de un posible tumor, el procedimiento estándar es extirpar el nódulo mediante cirugía. Sin embargo, dado que la gran mayoría de estos nódulos (70-80%) son benignos, la cirugía diagnóstica a menudo puede no ser necesaria. En estos casos, se recomiendan pruebas moleculares como mir-THYpe® full como una alternativa para la indefinición e incertidumbre de un diagnóstico “indeterminado”.

Bethesda V o VI: nódulo sospechoso de malignidad (V) o maligno (VI)

Normalmente, estos resultados se obtienen en aproximadamente el 7% de los resultados de los exámenes. En estos casos, generalmente se indica la extirpación parcial o total de la tiroides.

Las cirugías de tiroides no son iguales para todos los pacientes; pueden surgir muchas variables durante el proceso. Existen características moleculares del nódulo que pueden indicar la extensión de la cirugía, si se debe realizar con más o menos urgencia o incluso si el nódulo analizado es más o menos agresivo. Las pruebas moleculares como mir-THYpe pre-op pueden ayudar en estas situaciones, ayudando a analizar estas características nodulares.

¿Cómo funciona la prueba molecular para nódulos indeterminados (Bethesda III o IV) y cómo puede ayudar en la práctica clínica?

Cuando un nódulo se clasifica como indeterminado, significa que las características citológicas encontradas en la PAAF no fueron suficientes para determinar si eran benignas o malignas. El examen molecular mir-THYpe full analiza la información molecular en las células de este nódulo utilizando la misma muestra de la PAAF que el paciente ya ha proporcionado, y a través de técnicas de biología molecular e inteligencia artificial, puede indicar si el nódulo es potencialmente maligno o benigno.

¿Cómo ayuda el resultado del examen molecular al médico a la hora de tomar una decisión sobre el nódulo indeterminado de ese paciente?

Si el resultado muestra que el nódulo es potencialmente benigno, se puede evitar la cirugía de tiroides, ya que la conducta del médico ante un resultado negativo en el examen molecular sería similar a un resultado benigno en el sistema de Bethesda: generalmente no es necesario realizar una cirugía y el nódulo solo puede ser monitoreado.

En caso de que el resultado sea potencialmente maligno en el examen molecular, la indicación probablemente será la cirugía. En este escenario, el examen molecular analiza marcadores que indican la agresividad de ese nódulo para ayudar en la decisión sobre la extensión de la cirugía (es decir, si será una cirugía parcial o total de tiroides) y el nivel de urgencia con el que se debe operar ese nódulo. Esto contribuye a una cirugía personalizada para cada paciente y menos subjetiva.

¿Cómo puede ayudar el mir-THYpe pre-op en nódulos con indicación quirúrgica (Bethesda V o VI)?

Si el nódulo ya se ha clasificado en la PAAF como Bethesda V o VI, ya tiene indicación quirúrgica. En esta situación, se sugiere realizar el examen molecular que analiza solo los marcadores pronósticos, es decir, aquellos que indican si el nódulo será más o menos agresivo, para ayudar en la decisión médica sobre la extensión quirúrgica y la urgencia de la cirugía mencionadas anteriormente. El examen indicado para este escenario, que analiza solo los marcadores pronósticos, es el mir-THYpe pre-op. Examina mutaciones de ADN y la expresión de microRNA del nódulo, lo que puede ayudar al médico a realizar una cirugía más personalizada de acuerdo con las características del nódulo de cada paciente.

¡Habla con tu médico sobre esta posibilidad!

Las indicaciones en esta publicación son solo informativas y no sustituyen la consulta médica.

 

Referencias:

  1. The 2017 Bethesda System for Reporting Thyroid Cytopathology | Thyroid- https://www.liebertpub.com/doi/full/10.1089/thy.2017.0500
  2. American Cancer Society. https://www.cancer.org/cancer/thyroid-cancer/about/what-is-thyroid-cancer.html
  3. Bongiovanni M, et al. 2012 Acta Cytologica
  4. The Bethesda System for Reporting Thyroid Cytopathology: Definitions, Criteria, and Explanatory Notes. https://www.liebertpub.com/doi/epdf/10.1089/thy.2023.0141
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